Actualizado: 10 de enero de 2024
Autores: Carlos Niños Murcia, Jairo Chaparro Valderrama, Walter López Borbón, Luis Carlos Jiménez y Santiago Jara
Más de la tercera parte de la Bogotá que hoy conocemos fue autoconstruida por sus habitantes a través de distintos procesos que se iniciaron a comienzos del siglo XX, cobraron enorme importancia entre 1950 y 1980, y han continuado hasta el presente.
Los vecindarios construidos con el trabajo individual y colectivo de sus moradores se originaron principalmente mediante la llamada urbanización informal o pirata de lotes ubicados en la periferia de la Bogotá urbana, sobre todo en Ciudad Bolívar, Usme, Tunjuelito, Rafael Uribe, San Cristóbal, Bosa, las zonas más occidentales de Kennedy, Engativá, Fontibón y Suba, y en menor grado en los bordes orientales de Usaquén, Chapinero y Santa Fe.
Otros barrios autoconstruidos surgieron a través de tres tipos de procesos diferentes al de la urbanización pirata: mediante acuerdos entre trabajadores y patronos, por invasión de terrenos privados o públicos, y en procesos de autoconstrucción dirigidos por profesionales del Estado o de entidades privadas.
Bogotá hecha a mano enuncia, en sus distintas modalidades, los pormenores de la gesta colectiva que llevaron a cabo millones de habitantes de la ciudad para forjar viviendas acordes con sus anhelos y capacidades económicas, a la vez que dotar a sus barrios de servicios y condiciones adecuadas para levantar a sus familias y brindarles posibilidades de futuro.
Este título, en sintonía con el propósito del Museo de la Ciudad Autoconstruida en Ciudad Bolívar, apuesta por la recuperación de las historias de esa gesta social y cultural, y busca promover que nuevos actores continúen trabajando en la comprensión, mejora e inclusión de la ciudad autoconstruida. La de la Bogotá hecha a mano.
Aquí te contamos un poco de nuestra historia y cómo, después de 80 años, seguimos trabajando para mejorar la calidad de vida de los habitantes de los sectores más vulnerables de Bogotá
Mediante la ley 46 de 1918 con la cual “Se dicta una medida de salubridad pública y se provee a la existencia de habitaciones higiénicas para la clase proletaria” en Colombia, se estableció en su artículo 7 la obligación a los Municipios que tengan más de quince mil (15.000) habitantes de destinar el dos por ciento (2 por 100) del producto de sus impuestos, contribuciones y rentas, a la construcción de viviendas higiénicas para la clase proletaria, por habitarlas se cobraría solamente un arrendamiento; todo conforme a los reglamentos ejecutivos de esta Ley, que sin contrariar los ejecutivos, dicten los respectivos Concejos Municipales.
De acuerdo con el artículo 8 de la citada ley, cuando lo pagado por un locatario como fondo de adquisición de la vivienda, alcance al valor de costo primitivo de ella, se le expedirá el título correspondiente de propiedad. Todos los derechos del locatario, como tal, son transmisibles a sus herederos. El artículo 9 prevé el auxilio con la cantidad de cien mil pesos ($100.000) a la ciudad de Bogotá, con destino a la compra de uno o más lotes de terreno para la construcción de casas higiénicas para la clase proletaria y para la edificación de las mismas. La cantidad expresada se pagará por el Gobierno Nacional al Municipio de Bogotá, en cuotas no menores de dos mil pesos ($2.000) en cada mes. Para la inversión del auxilio a que hace referencia el presente artículo, se celebrarán acuerdos previos entre el Gobierno y la Municipalidad de Bogotá. Lo anterior se patentizó en Bogotá con la expedición del Acuerdo 37 de 1919, sobre construcción de viviendas para obreros. Durante este período fueron también aplicables las 61 de 1936, 23 de 1940 y el Decreto Extraordinario 380 de 1942.
Mediante el Decreto 380 de 1942 el Gobierno Nacional dictó medidas que buscaban fomentar la industria de la construcción y el mejoramiento de la vivienda popular en Colombia. Este decreto autorizó al Ministerio de Hacienda y Crédito Público para otorgar préstamos a los municipios para la construcción de “barrios populares modelos”. El 13 de marzo de 1942, mediante el Acuerdo No. 20, el Concejo Municipal de Bogotá aprobó el contrato celebrado entre la Nación y el Municipio, en virtud del cual se concedió a Bogotá un empréstito destinado a la construcción de barrios populares modelos, contrato que fuera firmado por el entonces Ministro de Hacienda y Crédito Público, Carlos Lleras Restrepo, siendo Alcalde de Bogotá Julio Pardo Dávila. En el mencionado acuerdo se dispuso entonces la creación de la entidad que hoy llamamos CAJA DE LA VIVIENDA POPULAR, constituida con los bienes pertenecientes al Instituto de Acción Social y el préstamo mencionado. (Crédito de un millón doscientos mil pesos pagadero en 17 años al 3% anual). En dicho contrato se estableció el procedimiento de compra de los terrenos, las condiciones de construcción y de venta de los inmuebles desarrollados y mientras se constituía legalmente la Caja de Vivienda Municipal el manejo del contrato quedaba en cabeza del Alcalde y el Secretario de Obras. En el contrato se establecía que la nueva entidad sería constituida como persona jurídica autónoma, que tendría a su cargo el servicio público de suministro de viviendas a los trabajadores y asumiría las funciones del Instituto de Acción Social de Bogotá, creado por el Acuerdo 61 de 1932. Reconocida la Personería Jurídica por medio de la Resolución Ejecutiva No. 62 del 4 de julio de 1942, la nueva empresa inició labores el 1º de agosto de 1942, con domicilio y área de operación en Bogotá y bajo la gerencia de Severo Rocha Alvira. Las funciones de la Caja conforme con el Acuerdo de creación eran las siguientes: a) Atender al servicio público de suministro de viviendas a los trabajadores. b) Dar ejecución al contrato celebrado entre la Nación y el Municipio de Bogotá y a los convenios que en desarrollo de éste se celebraran. c) Administrar los barrios construidos por el Municipio de Bogotá y por el Instituto de Acción Social para los trabajadores de la ciudad y procurar la mejora de ellos y de los que se construyeran en adelante. d) Atender a los fines sociales relacionados con los ya enumerados, como eran los de propender por el mejoramiento de la vida y por la elevación del nivel intelectual de los trabajadores. Dentro de las diferentes etapas de actuación de la entidad se destacan los siguientes momentos: Durante la primera etapa de funcionamiento, su principal obra fue la construcción del Barrio Modelo del Norte entre los años 1942 y 1961. El proyecto tuvo un costo de $1.077.074,60 e incluyó algunas de las recomendaciones hechas por el arquitecto y urbanista austriaco Karl Brunner como la construcción de zonas de servicios comunales, inspección de policía, zonas comerciales, campo de fútbol, básquetbol, tenis y una capilla provisional.
Entre 1942 y 1957 desarrolló programas de vivienda unifamiliar de dos plantas que constituyeron la primera respuesta de calidad en términos urbanísticos y arquitectónicos en proyectos como Modelo del Norte, Primero de Mayo, Buenos Aires, Acevedo Tejada, La María y Centenario.
Hacia el año 1966, y hasta principios de la década de los setenta, con el propósito de atender la creciente demanda, la CAJA DE LA VIVIENDA POPULAR se dio a la tarea de adelantar planes populares masivos mediante la creación de mecanismos de financiación bajo la modalidad del sistema de autoconstrucción con grupos de trabajo asesorados por la entidad, cambiando posteriormente al sistema de Normas Mínimas de Diseño y Construcción para obras de urbanismo y vivienda. Como resultado de esto quedaron obras como la habilitación del asentamiento subnormal denominado Las Colinas, Laches I y Las Lomas I, y para el caso de las normas mínimas, el barrio La Manuelita, iniciando así la época de la “unidad mínima”.
En 1974 la CAJA DE LA VIVIENDA POPULAR estableció el programa para entregar vivienda en alquiler a un precio mínimo a familias de bajos ingresos que fueron víctimas de emergencias o calamidades; este programa contaba con tres centros en Laches, Guacamayas y Sierra Morena. Era el Programa de Viviendas Transitorias y se llamó así porque daban albergue temporal hasta que sus ocupantes mejorasen su situación económica o accediesen a algún plan de unidades básicas de la Entidad. A finales de 1979 e inicio de los ochenta la CAJA DE LA VIVIENDA POPULAR acometió el desarrollo de alternativas habitacionales para sectores de ingresos medios destinadas a empleados del Distrito y hogares con ingresos medios de la Capital, con el objeto de obtener márgenes de utilidad para financiar y apalancar planes populares o subsidiados. Para esto adoptó el sistema de financiación en Unidades de Poder Adquisitivo Constante (UPAC) en el desarrollo de proyectos como La María, El Gualí I y II, así como el desarrollo de su programa piloto Candelaria La Nueva, el más grande construido por la CAJA DE LA VIVIENDA POPULAR hasta ese momento.
En 1988 la CAJA DE LA VIVIENDA POPULAR inicia el desarrollo del programa de mayor envergadura en su historia llamado “Ciudad Bolívar”; el programa contempló la entrega de, aproximadamente, 10.600 lotes con servicios para ser desarrollados por autoconstrucción.
En el año de 1996, mediante Acuerdo No. 026, se determinó que una de las funciones primordiales de la CAJA DE LA VIVIENDA POPULAR era la relacionada con la oferta de vivienda para la ejecución de los planes de reubicación de familias, que se encontraran en zonas de alto riesgo o en afectaciones viales y/o de servicios públicos, y para ello se estableció como promotora de la construcción de vivienda de interés social que permitiera reubicar a los afectados. Dicha razón hizo que la Caja se ocupara del reasentamiento de los hogares en situación de alta vulnerabilidad, ubicados en áreas de riesgo no mitigable y en rondas de cuerpos de agua, para lo cual, en cumplimiento de lo dispuesto en el Plan de Ordenamiento Territorial y en el Plan de Desarrollo 1998-2001, la CAJA DE LA VIVIENDA POPULAR generó un Proyecto denominado: “Suministro de Vivienda para reubicar familias en Alto Riesgo y/o ocupantes del Espacio Público”, el cual fue inscrito para la vigencia del 2000 ante el Banco Distrital de Programas y Proyectos. En 1999 la CAJA DE LA VIVIENDA POPULAR inicia la implementación del Programa de Titulación Predial mediante acciones de asistencia técnica, jurídica, social e inmobiliaria a las familias para la obtención de títulos de propiedad de las viviendas localizadas en barrios de estratos 1 y 2 que se habían legalizado.
La Caja de la Vivienda Popular entre 1942 y 1996 ha construido aproximadamente 26 barrios; del año 2000 a 2010 fueron reasentados 4.967 hogares y del 2000 a 2012 se adjudicaron 12.279 títulos. Hasta el 31 de diciembre de 2010 se han entregado 2223 títulos de propiedad, de igual número de predios y continúan otros en proceso de evaluación.
Año 2022 Caja de la Vivienda Popular 80 años apoyando el hábitat popular de Bogotá.
Para seguir haciendo historia, el Plan Distrital de Desarrollo “Un nuevo contrato social y ambiental para la Bogotá del Siglo XXI” impulsa a la Caja de la Vivienda Popular con instrumentos y acciones que acercan el hábitat popular al hábitat formal.
En estas ocho décadas, la Caja de la Vivienda Popular ha tenido que enfrentar situaciones críticas como El Bogotazo, la llegada de cientos de miles de familias desplazadas por el conflicto interno, la crisis del sector constructor a finales de los noventa, el fenómeno de la Niña, la corrupción y, en nuestro tiempo, la pandemia por covid-19.
La Caja de la Vivienda Popular ha estado siempre ahí para los barrios populares; para esas familias que, con valentía y determinación, decidieron autogestionar la construcción de sus casas a pesar de la violencia, la pobreza y la naturaleza.
Para seguir haciendo historia, el Plan Distrital de Desarrollo “Un nuevo contrato social y ambiental para la Bogotá del Siglo XXI” impulsa a la Caja de la Vivienda Popular con instrumentos y acciones que acercan el hábitat popular al hábitat formal.
“Muchos barrios de Bogotá en diferentes sectores cuentan la historia de la Caja de la Vivienda Popular. Somos unos privilegiados y debemos sentirnos orgullosos de haber entregado hogares a familias trabajadoras que cimentaron su patrimonio en una vivienda hecha por esta gran entidad” afirmó Juan Carlos López López, director de la Caja de la Vivienda Popular.
Son ochenta años trabajando en beneficio de la calidad de vida de los habitantes de los sectores más vulnerables de Bogotá, mejorando entornos físicos en sus barrios, salvando vidas de miles de personas al ejecutar planes de reubicación de familias y entregando nuevas alternativas de vivienda.
El director de la Entidad además señaló que se viene trabajando en lo que será la Caja del futuro, los logros alcanzados y el compromiso social con el cual la entidad cumple los sueños de sus beneficiarios y contribuye a la calidad de vida de la población más vulnerable de Bogotá.
“La Caja de la Vivienda Popular del futuro la consolidamos hoy con el POT, con la Curaduría Pública Social, con nuevos proyectos constructivos, entre otros elementos, honrando la vocación de la entidad y, sobre todo, honrando a nuestros usuarios que llegan a la entidad llenos de ilusiones y de confianza para tener su casa, mejorar la que ellos construyeron o recibir el título de propiedad de su vivienda” puntualizó el director de la Caja de la Vivienda Popular.
Al finalizar el acto conmemorativo se llevó a cabo un reconocimiento a los servidores públicos de mayor trayectoria en la institución, acompañado de la presentación musical de la Orquesta Sinfónica de la Policía Nacional y el grupo musical Javier de Nicoló del Instituto Distrital para la protección de la niñez y la juventud - IDIPRÓN -.
La Caja de la Vivienda Popular celebró sus primeros ochenta años.
La Caja de la Vivienda Popular celebró su cumpleaños número 81 conmemorándolo con un homenaje en el cual los funcionarios y colaboradores de la CVP hicieron parte de este momento tan especial.
Con la intervención del director de la CVP Javier Baquero y la secretaria de Hábitat Nadya Rangel se le dio apertura a la celebración, en la que se abordaron datos y hechos históricos de la Caja de la Vivienda Popular, recalcando siempre el gran compromiso social que caracteriza a esta entidad, contribuyendo a dignificar la vida de la población más vulnerable de Bogotá.
La celebración contó con la presencia de invitados especiales como Nelsy Judith Arévalo Ríos, pensionada por la CVP, quien nos contó su experiencia en la entidad a lo largo de 35 años que permaneció en la CVP, así como también la participación de un funcionario que lleva 25 años. La conmemoración también contó con reconocimientos a los servidores públicos más antiguos de la Caja de la Vivienda Popular.
En esta conmemoración de 81 años de existencia de la CVP, la entidad continúa dignificando familias y trabajando en beneficio de la calidad de vida de los habitantes de los sectores más vulnerables de Bogotá, mejorando entornos físicos en sus barrios, salvando vidas de miles de personas al ejecutar planes de reubicación de familias y entregando nuevas alternativas de vivienda.
Actualizado: Bogotá D.C. 13 de julio de 2023. @CVPbogota.