Ana Teresa Forero abre las puertas de su casa y su rostro refleja felicidad. Su edad sobrepasa los 60 años y después de trabajar durante años no imaginó que su vivienda ubicada en la localidad de Suba, en el barrio Tibabuyes, se transformara.

Forero no tenía el presupuesto para remodelar su casa. Y la Caja de la Vivienda Popular, después de verificar que cumplía los requisitos, entre ellos, ser propietaria del terreno y estar dentro del estrato 1 y 2, le arregló su propiedad. Le construyó su cocina. “Antes era horrible, no me daban ganas de cocinar. Ni siquiera de entrar”, resume la mujer, quien expresa que hoy es su espacio preferido por lo cómodo, amplio, moderno e higiénico.

Sus cuartos cambiaron de ‘rostro’. El Distrito le transformó el piso y le pintó las paredes. “Se ven más claros, más cálidos. Mucho más amañadores”, agrega Ana Teresa, mientras señala hacia su sala, otro de los escenarios que le intervino la CVP.

Este tipo de ayudas- expresa la mujer- transforman vidas porque mejora las condiciones de habitabilidad de las personas de escasos recursos económicos que viven en todas las localidades de Bogotá.

“No tenía el dinero para mejorar mi predio: de dónde hubiera sacado más de 10 millones que costó todo este mejoramiento de vivienda”, resume la bogotana, quien agradece insistentemente el beneficio otorgado por el alcalde Enrique Peñalosa.

“Hubiera querido tener cerca al mandatario para agradecerle personalmente, pero aprovecho este medio para darle las gracias infinitas porque me cambió la vida”, concluye Ana Teresa.