La reubicación de Caracolí, en Ciudad Bolívar, permitió que 550 hogares que vivieron durante cinco años en una zona de alto riesgo por remoción en masa y problemas de salubridad, salvaran sus vidas.

Así lo confirmó Isis Paola Díaz, directora (e) de la Caja de la Vivienda Popular, quien destacó que los 550 hogares que resultaron favorecidos porque cumplieron con la totalidad de requisitos exigidos por la Alcaldía de Mayor de Bogotá, obtuvieron un instrumento financiero equivalente a 70 salarios mínimos mensuales legales vigentes que les permitirá comprar una vivienda nueva o usada dentro o fuera de la ciudad.

O adquirir uno de los apartamentos VIP que hacen parte de los proyectos propios de la Caja de la Vivienda: Manzana 54, Manzana 55 (localidad de Ciudad Bolívar), y Arboleda Santa Teresita, en San Cristóbal.

“Estas familias ya están seguras, tranquilas porque salieron de la zona de riesgo y no deben temer por las condiciones del predio en el que sobrevivieron durante cinco años”, expresó Díaz, quien destacó que el proceso de reubicación de Caracolí alcanzó los 30.400 millones de pesos en inversión.

Algunas de las familias ya compraron su nueva vivienda, otras aceptaron la oferta de una relocalización transitoria o pago de un arriendo temporal por parte de la Alcaldía, mientras seleccionan oficialmente el predio donde residirán definitivamente. “Con esta oferta buscamos agilizar el proceso de reubicación y salvaguardar la vida de nuestros beneficiarios”.

Cada hogar estuvo presente el día en que funcionarios de la CVP adelantaron el censo en el territorio, certificaron no haber sido beneficiarios de otro programa de subsidio por parte del Gobierno Nacional y/o Distrital y entregaron la ocupación donde vivían.

“Las condiciones en que permanecían estas familias no eran las mejores. Se enfrentaron con problemas de salubridad por no tener servicios públicos y por tanto algunas enfermedades especialmente en niños”, explicó la funcionaria, quien además describió que vivir sobre una ladera, en viviendas construidas con cartón, tejas de zinc y madera, agudizaban el riesgo y exponían los predios a un posible deslizamiento.

En los últimos años, la Caja de la Vivienda Popular ha salvado la vida de 3.266 familias bogotanas de estratos 1 y 2  que vivían en zonas de riesgo, pero ahora están fuera de peligro.