Este es uno de los beneficios que reciben las familias que habitan indebidamente esta zona que no es de su propiedad, con riesgo de remoción en masa y problemas de salubridad. La Caja de la Vivienda Popular insiste en una serie de ofertas a los hogares para que vivan tranquilos, legales y seguros.
La Caja de la Vivienda Popular de Bogotá- a través de su equipo social- avanza en la sensibilización a familias que viven indebidamente en el sector de Caracolí, en un terreno que no es de su propiedad, con riesgo de remoción en masa y problemas de salubridad, según la Secretaría Distrital de Salud. El objetivo, según el director de la CVP, Lino Roberto Pombo, es evacuar a las familias a un apartamento propio, legal y lo más importante: seguro.
Una de las ofertas más inmediatas es la relocalización transitoria, es decir, el pago de un arriendo temporal que les permita a las familias entregar el terreno donde residen, vivir en una casa segura, mientras escogen cuál de las ofertas del Distrito les favorece.
El valor del arriendo no podrá ser mayor a un salario mínimo legal mensual vigente. Y será la familia la que decida el lugar donde se le pagará el arriendo temporal. “Cada beneficiario suscribe el contrato con el dueño del inmueble y nosotros como CVP acompañamos ese proceso y realizamos los giros del arriendo”, explicó Pombo.
A los hogares que hoy viven en riesgo en Caracolí se les ofrece dos opciones importantes. Una de ellas, vivir en uno de los proyectos de vivienda que actualmente construye la CVP en distintas localidades de la capital. Es decir, pasar de construcciones en tablas, cartón y plástico a apartamentos seguros y de su propiedad.
Quienes no estén interesados en los apartamentos, la Alcaldía de Bogotá entrega 70 salarios mínimos legales mensuales vigentes tan pronto desocupen el predio tan pronto las familias entreguen el terreno.
Lo importante- según Pombo- es que a las 644 familias que residen en el polígono Caracolí, se les está brindando todas las garantías necesarias para salir del lugar. Y se les está haciendo una oferta a cambio de entregar un terreno que no es de su propiedad y que ha sido invadido por segunda vez en menos de diez años.
“Hemos ido puerta a puerta, hemos hablado con cada familia, les hemos insistido en la necesidad de ser reubicadas y vivir en los próximos años en sectores seguros, legales y dignos. A todos les hemos realizado nuestras ofertas y hemos recibido muy buena aceptación entre los habitantes”, concluyó el alto funcionario, quien espera los hogares se acojan a las ofertas del Distrito.