Emma compartió que su familia le dio una noticia inesperada: una casa para ella y sus seres queridos. Sin embargo, al llegar, la realidad fue desafiante. “No había agua, no había luz, no había nada porque todo estaba cortado”, recuerda. Años después lo que parecía un sueño imposible tomó un giro inesperado cuando la Caja de la Vivienda Popular (CVP) intervino.
“Yo le oraba a Dios que me diera dónde vivir y el Señor me decía: “Yo le tengo la casa”.
Estas palabras resumen el conmovedor testimonio de Emma Alarcón, una mujer cuya fe y perseverancia finalmente se vieron recompensadas un 24 de diciembre, una fecha que ahora marca un milagro en su vida.
Emma compartió que su familia le dio una noticia inesperada: una casa para ella y sus seres queridos. Sin embargo, al llegar, la realidad fue desafiante. “No había agua, no había luz, no había nada porque todo estaba cortado”, recuerda. Años después lo que parecía un sueño imposible tomó un giro inesperado cuando la Caja de la Vivienda Popular (CVP) intervino.
La Caja de la Vivienda Popular asumió el desafío de mejorar las condiciones de la casa de Emma. Entre las intervenciones realizadas, se destacan: cimentación y reforzamiento estructural para asegurar la estabilidad de la vivienda, construcción de una placa de entrepiso y nuevas obras que convirtieron la casa en un lugar funcional y seguro.
Emma, agradecida y conmovida, expresó con emoción: “Mi casa está linda, yo amo cada rincón de esta casa. Sé que Dios está aquí, bendigo a todos los de la CVP porque no tengo palabras. Los amo mucho y no sé cómo pagarles por lo que han hecho por mí.”
La historia de Emma Alarcón no solo resalta la importancia de programas como los de la Caja de la Vivienda Popular, sino que también demuestra cómo la fe, la comunidad y el apoyo institucional pueden transformar vidas. Ahora, Emma disfruta de su hogar, un espacio lleno de amor y gratitud, donde cada rincón cuenta una historia de esperanza.
Conoce el Mejoramiento de Vivienda de la Caja de la Vivienda Popular en el siguiente vídeo: