En la localidad de Usme, en Bogotá, una familia ha encontrado la tranquilidad y la seguridad que brinda tener un hogar propio, gracias al apoyo de la Caja de la Vivienda Popular (CVP). Doña Leonor Perdomo, oriunda del Huila, en compañía de su esposo, proveniente de Boyacá, narran con emoción cómo lograron establecerse en su nuevo hogar.
Bogotá D.C, 11 de octubre de 2024 – Prensa
Por: Alberto Díaz
"Una vivienda es una seguridad, tener casa no es un lujo, pero no tenerla es pobreza", expresó doña Leonor al compartir su experiencia. La pareja, de ascendencia campesina, se conoció en Bogotá. Enamorada del campo, decidió asentarse en Usme. Fue allí donde se enteró de la convocatoria de la CVP al programa de mejoramiento de vivienda; aunque en un inicio asistió por curiosidad, poco a poco se fue ilusionando con el proyecto.
Gracias a la colaboración entre la Alcaldía Mayor de Bogotá, la Secretaría del Hábitat, la CVP y los esfuerzos de la familia Perdomo, el hogar hoy disfruta de un espacio propio. "Estamos muy agradecidos, primeramente con Dios y con todas las personas que han contribuido, porque esto ha sido edificado gracias a los granitos de arena de cada uno de ellos", añadió doña Leonor.
La historia de la familia Perdomo es solo una de las muchas que evidencian el impacto positivo de los programas de vivienda en Bogotá, que no solo brindan un techo, sino también la oportunidad de construir un futuro más estable y seguro.
La familia concluyó su relato con un mensaje de gratitud y esperanza: "Queremos dar muchas gracias a la Caja de la Vivienda Popular y esperamos que continúen realizando viviendas y entornos seguros para más familias como la nuestra”.
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