Bogotá, Julio 24 de 2018 (CVP).- Beneficiarios de la CVP vivían en zona de alto riesgo en el páramo y fueron reubicados en este municipio de Cundinamarca.
Gilberto Luna Chaparro y José Israel Rivera Gómez fueron vecinos y son amigos desde hace más de dos décadas. Por esto, no dudaron en juntar el Valor Único de Reconocimiento (VUR), que cada uno había recibido por parte de la Caja de la Vivienda Popular después de corroborarse que vivían en fincas de alto riesgo en el Páramo de Sumapaz.
Estos hombres, beneficiarios del programa de Reasentamientos Humanos de la entidad, dejaron sus tierras en la vereda Las Auras, corregimiento Nazareth, ubicado en la localidad de Sumapaz, porque una montaña cercana a sus predios empezó a desprender rocas y los puso en peligro.
Chaparro y Rivera no querían trasladarse a un área urbana porque son hombres nacidos y criados en zonas rurales. Por esto, después de buscar encontraron su nuevo hábitat: la finca Los Naranjos ubicada en Mesitas del Colegio, Cundinamarca, población asentada en La Provincia del Tequendama.
“Nosotros estamos felices con esta decisión”, resumen los dos hombres. Les encanta que en su nuevo predio hay árboles frutales: naranjas, limones, mandarinas, zapotes, además de cacao, plátano y otros productos. “Es una finca totalmente productiva. Eso nos alegra”, expresaron. Un nacedero, los motivó a trasladarse de un lugar húmedo a uno seco, pero con abundante agua.
El programa de Reasentamientos Humanos de la Caja de la Vivienda Popular tiene en el Páramo de Sumapaz un reasentamiento colectivo al que pertenecen ocho familias quienes como consecuencia de los deslizamientos de tierra dejaron sus predios y ahora se encuentran en relocalización transitoria a la espera de ser reubicados definitivamente.