Doña María Rosario Méndez y su esposo Luis Felipe agradecen el título entregado por la Caja de la Vivienda Popular, que les permitió acceder a un subsidio de mejoramiento de vivienda de la Secretaría Distrital del Hábitat y ahora gozan de una vivienda digna en la localidad de Ciudad Bolívar.
Historias como esta se cuentan cada día en los diferentes barrios populares de Bogotá, y es que la Caja de la Vivienda Popular en un trabajo conjunto con la Secretaría del Hábitat cumplen sueños a quienes con mucho esfuerzo lograron levantar su casita.
Esta historia nace en el barrio Guacamayas de la localidad de San Cristóbal. Allí don Luis Felipe vivía con sus papás cuando conoció a doña María Rosario. Narra con orgullo que en su casa lo enseñaron a trabajar desde niño ya que no había recursos para estudiar y junto a su hermana Inés, salieron adelante trabajando duro y pagando arriendo.
Luego del fallecimiento de su mamá don Luis Felipe encontró un predio en el barrio El Paraíso de la localidad de Ciudad Bolívar. Un regalo, dice, pues gracias a Dios con el poco dinero que apenas tenía en sus bolsillos logro trasladarse y ubicarse en este sector de la Ciudad.
Pasados los años aplicaron en la Caja de la Vivienda Popular para la titulación de su predio, es decir para tener escrituras y poder disfrutar de los subsidios que ofrece el distrito para mejorar las condiciones de su vivienda, explica la Directora de Urbanización y Titulación de la Caja de la Vivienda Popular Sandra Pedraza.
Afortunadamente don Luis Felipe siempre trabajó en lo que le salía, y lo que más había en ese entonces era en el sector de la construcción donde no solo aprendió a levantar muros sino algo de electricidad también.
Cuando empezaron a habitar el terreno, no había mucho dinero para invertir y con ayuda de sus vecinos fueron levantando ladrillo a ladrillo lo que empezó a ser su casita. Unos les regalaron una puerta, otros una ventana, otros unas tablas que funcionaron como fachada, algunos les regalaban luz y para el agua les tocaba bajarla cargada con baldes desde la parte alta donde bajaba una quebrada.
No contaban con alcantarillado, una cocina medio improvisada donde preparaban sus alimentos, pero poco a poco fueron adecuando su espacio y el amor que los une hasta hoy, les permite ver su vivienda completamente renovada.
Hoy esta pareja disfruta de una vivienda digna, felices y con lágrimas en sus ojos agradecen el título recibido por la Caja de la Vivienda Popular y el subsidio de Mejoramiento de Vivienda entregado por la Secretaría del Hábitat, trabajo conjunto que hoy le permite a esta familia gozar de una vivienda digna, renovada con cubierta, muros, baños, cocina, sala, comedor y un patio donde tomar el sol. Hoy, seguimos transformado historias y priorizando a muchas familias que no solo disfrutan de una titulación sino también de un mejoramiento de vivienda, de un reasentamiento o del Plan terrazas.